La ciudad de Zaragoza cuenta con el Taller de Relojes Morocho, uno de los más innovadores del mundo. Morocho se ha convertido en una referencia tanto en la capital de Aragón como en toda la Comunidad Autónoma. Su esfuerzo le ha permitido derribar muchas barreras, tanto que incluso países extranjeros, líderes en esta profesión, ya han puesto sus ojos en sus avances: “He salido en la tele y prensa y tengo recorrido y reconocimiento como relojero. Soy uno de los que ha hecho que espabilen los demás relojeros, porque apuesto por la innovación. He traído máquinas modernas. Suiza ya está mirando aquí porque estamos avanzando en la alta relojería”.
Pero, ¿quién hay detrás de Morocho? Marco Vinício Morocho Ordóñez es el dueño de un taller pionero en España desde que ha introducido algunas innovaciones a la hora de reparar. Este ecuatoriano se ha hecho a sí mismo y ha convertido una afición en su pasión gracias a su familia: “Como autónomo llevo trabajando 12 años y como relojero desde niño, de toda la vida. Vengo de familia relojera por mi tío. Es un oficio bonito y te gusta”.
“En mi época tampoco podía elegir oficio, te tocaba y tus padres te decían lo que tenías que ser. Pero te terminaba apasionando porque le he dedicado muchas horas. Me costó aprender porque es un oficio complicado. Te vas a Suiza para aprender cuatro años, pero si lo haces por ti mismo te cuesta más años”
La historia de Marco es curiosa. Motivos familiares le llevaron a Zaragoza y tras dejar el negocio con su hermano, se decidió a montar el suyo propio desde hace cuatro años: “Llegué aquí hace más de 20 años. Primero trabajé en un servicio técnico que llevaba la tecnología japonesa. Después pasé en el servicio técnico de Omega en Pérez de Mezquía aquí en Zaragoza. Más tarde puse mi primera tienda en Cortes de Aragón, que ahora está mi hermano y se llama Víctor Ordóñez, puso su segundo apellido porque trabaja más los relojes de pared. El negocio lo iniciamos en 2009. Aquí trabajamos, mi mujer, una persona más y yo”
La relojería es una profesión difícil, que requiere una gran habilidad y destreza: “Nosotros somos relojeros y micromecánicos porque fabricamos piezas. Cuando entramos a escuelas entiendes la matemática para generar la exactitud. Te das cuenta de que es más profundo de lo que uno piensa lo que es la alta relojería. Hablamos de aceites, de la luz que no dé mucho para que no se oxide, de hermetismos…Te das cuenta de que es un mundo”.
Marco cuenta también los inicios, cómo han ido creciendo y ganándose el reconocimiento nacional e internacional: “Empezamos con un motor de máquina de coser. Somos un taller a nivel de Aragón. Toda la competencia sabe que existo. Tenemos el respaldo del fabricante y el certificado de Omega con el nivel 3, como Centro de Servicio Certificado. También pertenezco a ANPRE (Asociación Nacional de Profesionales Relojeros). Esta Asociación te califica para ver si puedes pertenecer. Tengo su certificado de calidad y su acreditación. También otros de la escuela de Wostep en Suiza. A este país van los mejores relojeros”.
Morocho es especialista en la reparación y restauración de todo tipo de relojes. Por ello, ha invertido mucho en máquinas para perfeccionar cada trabajo: “Hacemos pulidos profesionales. También tenemos tornos. Fabricamos piezas y reconstruimos relojes antiguos, de pared, de pulsera, cualquier tipo. Lo más habitual son los de pulsera. También tenemos la máquina láser para recuperar las formas, pulir, moldear…Tenemos microscopios para ver las piezas más minúsculas y una báscula especial para pesarlas. Hay que tener un pulso de cirujano para manejar ciertas piezas”.
Por fortuna, la llegada del coronavirus no les ha afectado tanto como a otros negocios: “Al ser una clientela exclusiva no nos ha hecho daño como a los demás. Es una profesión muy discreta”. Lejos de conformarse, Marco ya tienes planes de futuro para continuar el crecimiento de su empresa: “Estamos empezando a vender relojes de segunda mano y vamos a lanzar una tienda online. También quiero hacer un taller de micromecánica y fabricar el 99,9% de un reloj. Reconstruirlos. Quiero hacer fabricación de piezas paras las marcas. Aquí no hay y en Suiza se están acabando y quiero comprar esa máquina”.
Mientras tanto, su expansión a toda Aragón va a ser un hecho: “Ahora el mes que viene voy a trabajar comercialmente con todas las relojerías de la comunidad autónoma. Nunca lo había hecho pero tenemos ya las herramientas adecuadas para hacerlo”. Sin duda, el Taller de Relojes Morocho es la mejor opción para llevar tu reloj a arreglar en Zaragoza. Un trabajo de máxima calidad y una garantía absoluta.