Su historia se remonta a un pequeño Taller de Relojes en Berna, la capital Suiza. Creada por Auguste Agassiz, quien tuvo el sueño de comercializar sus relojes del otro lado del atlántico, con el apoyo del su sobrino, esta compañía familiar formo las bases de lo que es hoy en día.
Pioneros en la exportación de relojes, para 1852 fueron una de las marcas mas vendidas en Estados Unidos usadas por artistas de Broadway y deportistas como icono de la marca. Longines llego para hacer a un lado los Relojes de Arena Alado.
En el deporte ecuestre marco un antes y un despúes con el cronógrafo mono pulsador, que se convertiría en el producto estrella, esto llevaría a la marca a establecerse una posición comercial y un nombre en Estados Unidos.
Hay que imaginar que los primeros cronógrafos Longines vendidos en Estados Unidos, no solo sirven a los apostantes para realizar su elección, a los espectadores en las gradas de los hipódromos, sino también a todos los actores y actrices del universo de los caballos, Longines ya en 1900 equiparía a la mayoría de los jueces deportivos en Estados Unidos.
Longines registra los mas antiguos anuncios publicitarios conocidos de una marca vigente, en los que se alababan los productos de la marca y gracias a ello se comercializaron de forma masiva. Anuncios que son muy coleccionables entre los amantes del diseño gráfico, antigüedades, entre otros.
A día de hoy, es una de las marcas de fabricación de relojes de alta gama más prestigiosas del mundo. Una de sus colecciones mas valoradas en el mercado es la “LONGINES MASTER COLLECTION”, con precios en torno a los 5.000 o 7.000 dolares.
Sin duda una historia llamativa y de éxito familiar.